Es cuestión de esperar 90 minutos para saber si la Celeste, después de un maratónica eliminatoria, consigue uno de los últimos pasajes a Sudáfrica. De esos pasajes que, como en otros rubros comerciales, sólo quedan en los saldos de remanentes, y no ya en las góndolas principales.
El largo camino que incluyó verle las caras en ida y vuelta a todos los sudamericanos de la Conmebol termina con un mano a mano con Costa Rica, por haber salido quinto los celestes y cuartos en su grupo los centroamericanos. El partido de ida demostró que las diferencias existen. Si bien el 1-0 se da por una avivada y corajeada de Lugano, ganando una pelota que no era de nadie tras una serie de desencuentros en el área, lo cierto es que Uruguay, de visitante, en una cancha de césped sintético –absolutamente ajena a la tradición charrúa, se impuso claramente. Con el nuevel que demostraron, entre otros, Forlán, el propio Lugano, Álvaro Pereira, y en menor medida Luis Suárez, quedó claro que sólo un grosero partido del centenario deja a Uruguay sin mundial. Habrá que pensar, entonces, si este es el lugar de Uruguay en Sudamérica –quintos históricos-, o si, por lo contrario, derrotas o empates insólitos llevaron a jugar los partidos 19º y 20º de la clasificación, y que sin repechaje no hay mundial. Nos vemos en un par de días
martes, 17 de noviembre de 2009
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