Ay, celeste regalame un sol.
Una mirada, que intentamos sea respetuosa, de lo que pasa del otro lado del río.
Porque de lejos, aunque no tanto, se ve mejor.
Porque admiramos a todos aquellos que han hecho grande la cultura de ese pequeño país, medido en kilometros , que es Uruguay.
Porque Uruguay es grande por su gente y su cultura.
Porque aún luego de muchos años de ir cada febrero vemos que la magia se reedita en cada nuevo carnaval. No es sólo el pasado, como a veces se piensa, es un presente que se abre camino de la mano de los jóvenes que se pintan la cara, de la Catalina, de Queso Magro, de la Mojigata.
Amiramos a los escritores y poetas a Eduardo Galeano, a Mario Benedeti a Juan carlos Onetti.
Admiramos la continuidad estética y de contenido en sus músicos, en Zitarrosa en Viglietti, en Jaime y también en Tabaré Cardozo y en el Pitufo que se prolonga en la Vela y en No te va gustar.
Por eso estamos acá. Porque todo eso, el día que lo descubrimos, quedo marcado indeleblemnte en nuestro corazón.
Estamos acá. Es domingo de tarde: la hora del futbol, el final del asado con amigos, la hora en que volvemos de la plaza o nos levantamos de la siesta. Es la hora de la depresión pre lunes y también de la hora de los suicidios.
Para nostros es la hora de la cultura, aquella de color celeste, que toma mil colores en el carnaval y que hoy en nuestro primer programa se corporiza de esta manera..
lunes, 15 de junio de 2009
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