jueves, 10 de septiembre de 2009

No pudo ser.

Uruguay tuvo una semana para soñar con Turquía, pero otra donde todo fue una pesadilla y se quedó sin Mundial

Ya está. Estuvo a tan poco el pasaje a Turquía, que parece mentira que otra vez el mundial se escape. Nos habíamos ilusionado con Uruguay en la primera fase. Los triunfos ante Islas Vírgenes, México y, especialmente, Canadá, más la previsible derrota ante el local y a la postre subcampeón Puerto Rico, colocaban a la Celeste en la segunda fase con un arrastre de dos triunfos y una derrota, y con amplias chances de clasificar.
Pero la segunda semana del torneo fue otra cosa. Bah, lo que importa, el cruce con República Dominicana se escapó por muy poco, 6 puntos (74-80), y ese fue el principio del fin. Siguió una ilógica derrota con Panamá, sólo explicable por el ánimo por el suelo del equipo. Las dos derrotas contra los clásicos sudamericanos, ya con un equipo armando las valijas, son parte de otra historia.
¿Por qué no se dio? Algo explicaba Leandro García Morales ante Pablo Cormick, periodista de ESPN SportCenter que por gentileza del canal nos dio una mano desde Puerto Rico. La deficiente infraestructura y desorganización en la preparación de Uruguay es una notable desventaja frente a la de los equipos que clasificaron. Otro aporte daba el gran Luis Scola en Ole: Uruguay juega muy bien, pero no tiene rotación. El aporte goleador y rebotero de Esteban Batista, la figura del equipo, más el acompañamiento de García Morales y Aguiar no bastan para vencer a los grandes equipos del continente. Aún el esfuerzo de García Morales –jugando algunos partidos lesionado-, y el buen desempeño como equipo no fueron suficientes. ¿Dónde puede estar la clave del cambio para salir del papel digno y meterse en el mundial? Mejorar la infraestructura, preparar mejor a largo plazo. No hay otra, porque estos jugadores ya se plantaron y dijeron que no formarán más parte de la selección en tanto no se corrijan estos problemas. Pablo le preguntaba a García Morales: ¿Podrá la celeste regalar un sol? La pregunta queda abierta.

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