Hace casi quince años que todos los febreros voy a Montevideo a ver carnaval, Murgas, básicamente.
Recuerdo que la antimurga BCG, por entonces fue lo que más me llamó, la atención. El año de los colchones, la despedida a Venezuela. Aquel año en el que cantaban "pelotudo, una forma de vivir la vida con felicidad, pelotudo, sentimiento que también Onetti supo cultivar." Un verdadero programa de vida.
Algo inusual para la mente de un porteño acostumbrado a febreros anodinos.
La BCG hace años que no sale pero su espíritu sigue vivo.
Cuando el año pasado disfrute de la despedida al Chuy de Queso Magro, lo primero que se me ocurrió fue una refencia inevitable a la BCG.
Por suerte esa impronta creativa, descabellada, festiva quedó marcado en cientos de carnavaleros y por suerte también la BCG festeja sus veinticinco años.
Allí estaremos.
viernes, 29 de enero de 2010
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